Un auténtico drama humanitario es la situación tan dura que nos está haciendo vivir la pandemia de Covid-19, pero lo que viviremos después será un ajuste de la economía que para muchos también supondrá un completo fiasco.
La mayoría de nosotros tiene aún muy cercana las dificultades que sufrimos durante la crisis del 2008: muchos puestos de trabajo perdidos, empresas cerradas, recortes presupuestarios en casi todos los departamentos de cualquier compañía, ciclos de venta eternos, impagos…
Sin embargo, nos repusimos, y muchas empresas hicieron bien su trabajo interno de reorganización, durante y post crisis.
Haciendo un poco de investigación retrospectiva, The Boston Consulting Group “BCG”, en la crisis del 2008, indicaba que “se iban a salvar aquellas empresas que tuvieran productos competitivos en precios, con fácil comunicación al consumidor y que pudieran reducir sus costes en la cadena de valor”, o se salvarían “aquellas compañías que lograsen reducir sus ingresos solo un 7%-8%, y mantener con sus fondos propios el envite”.
Durante una crisis, el objetivo de cualquier empresa es minimizar los costes tanto básicos como de estructura y mantener el mayor volumen de ventas posible con margen suficiente de sus productos/servicios buscando mantener liquidez, y ganar tiempo de resistencia.
Algunas de las cosas que hicieron bien las empresas en la crisis pasada fueron:
- Creación de marcas blancas para ganar cuota de mercado, clientes nuevos y mantener servicios de calidad suficientes migrando cartera de clientes que eviten perder relación con ellos por precio.
- Internacionalización a nuevos mercados potenciando las exportaciones.
- Diversificación de productos y servicios para encontrar nuevas oportunidades en mercados alternativos fuera de su “core business”.
- Apuesta por la automatización de procesos para reducir costes innecesarios y optimización de la cadena de valor eliminando derroches innecesarios.
- Mejora del conocimiento del cliente con inteligencia de negocio, para incrementar la aportación en las propuestas de valor.
- Canal directo con el consumidor para evitar intermediaciones, costes y pérdida de retroalimentación de información.
- Innovación en nuevos modelos de negocio basados en el estudio de las oportunidades generadas en el mercado por la crisis.
- Apuestas por las tecnologías IT para potenciar la rapidez del negocio.
- Adaptación del equipo a la nueva situación con reorganizaciones de objetivos y procesos.
¿En tu empresa ya habéis empezado con la revisión de los planes estratégicos y los de contingencia para adaptaros a la crisis?