Hace unos días podía leer un artículo muy interesante sobre tecnologías RPA (Robotic Process Automation) y BPM (Business Process Management) y como se están utilizando en procesos comerciales mundiales para la automatización de tareas y procesos que aporten un ROI (Return of investment) muy alto.
Estoy totalmente de acuerdo en utilizar cualquier tecnología que nos permita acortar tiempos, ganar productividad y mejorar la experiencia del vendedor y de los clientes, pero para todo esto es necesario pensar en los objetivos, las formas y el modelo de actividad.
Parar a pensar es algo que desafortunadamente escasea, las prisas, el cortoplacismo, los objetivos, creer que las máquinas trabajan solas sin una secuencia de ejecución que lleva a un resultado, copiar lo que otros han hecho y que puede que a nosotros no nos funcione, no pararse a analizar los datos y corregir el proceso, nos llevará a fracasar indistintamente de la tecnología utilizada.
¿Y entonces qué? ¿es un problema de la tecnología?¿es un problema del mercado?
Muchos procesos necesitan plazos amplios de observación, revisión y análisis, los procesos se pueden automatizar de muchas maneras, con multitud de herramientas pero si no hay un “capitán de barco” nunca llegarán a buen puerto.
Los ciclos cambian, el mercado cambia, la competencia cambia, multitud de variables afectan a un equilibrio muy ligero que puede verse comprometido en cualquier manera, ¿cuándo detectarlo y corregirlo?
De nada te servirán cantidad de datos obtenidos de la automatización si no sabemos interpretarlo y ten claro algo, los procesos de venta están vivos, si obviamos su observación, el fracaso será inevitable.
¿Tú qué haces para mejorar tus ventas?